La candidata de la izquierda, Myriam Bregman, será la única en el primer debate presidencial que plante una bandera: el rechazo a las políticas propuestas por el Fondo Monetario Internacional y la diferenciación con el resto de los otros cuatro candidatos que siguen la “letra” de las políticas impulsadas por el organismo, según explican desde el entorno de la candidata.  

Con dicho activo, la dirigente de la izquierda buscará tomar distancia de todas las propuestas restantes. “Ni cómplices ni sometidos”, reza la campaña del FIT.

El equipo de asesores de la candidata del PTS está integrado por Nicolás del Caño (su compañero fórmula), Christian Castillo, Andrea D’atri y los economistas Pablo Anino y Lucia Ortega.  Además, Bregman apelará a la representación del Movimiento de Mujeres, poniendo en agenda problemáticas claves, aprovechando para confrontar con Javier Milei.

También utilizará como un activo su histórica defensa de los derechos humanos, su participación como abogada en varias causas, como la de Jorge Julio López. Será otro elemento de confrontación con el libertario. Hasta ayer, Bregman ajustaba con su equipo la mejor estrategia, teniendo en cuenta el formato y los tiempos del debate presidencial.