Está claro que aquellos tiempos de vacaciones extendidas, prolongadas por meses o quincenas, es cosa del pasado. En estos tiempos modernos se imponen las escapadas de fines de semana o micro vacaciones de tres o cuatro días. Y para algunos, ni eso. El tiempo es oro y hay que aprovecharlo. Por eso, sea para quienes no pueden disponer de varios días o para aquellos que tengan apenas una jornada para darse el gusto, va este informe con pesqueros muy cerca de los grandes centros urbanos bonaerenses.
No hace falta aclarar que en muchos casos estos ámbitos, con alta presión de pesca (hasta comercial) y factores negativos propios de los centros poblados (tránsito fluvial, descargas de efluentes o desagües, ruidos, etc.), serán más bien sitios recreativos, con chances de pesca entre discretas y buenas. Pero en más de una ocasión podemos convertirlos en verdaderos super-pesqueros al alcance de la mano, sorprendiéndonos con los resultados.
- De Sur a Norte, arrancamos una recorrida por un sitio que no solo permite una pesca costera, sino también un verdadero disfrute de la naturaleza. Hablamos de la Reserva Natural El Destino, un área de camping en la Provincia de Buenos Aires ubicado en Ruta Provincial 11, 17 km al sur de Magdalena. Paraíso de especies arbóreas como el coronillo y casa de la emblemática mariposa Bandera Argentina, también ofrece chances de pesca costera de la más rica variada de verano (se impone hacer buenos tiros), así como permite anticipar la temporada de pejerreyes o despedirlos tardíamente hasta noviembre.
- Similar panorama en cuanto a especies encontraremos en las escolleritas de Atalaya, dentro del partido de Magdalena. Ganando unos metros al río sobre las piedras podemos lograr una variada de cuero interesante y alguna boga peleadora.
- Viniendo hacia Buenos Aires, desde playa La Balandra, cercana a Berisso, podremos tirar metiéndonos hasta las rodillas para hacer distancia con equipos de lance y lograr buenos amarillos, patíes y alguna boguita, en otro reducto natural de costa rioplatense. En este lugar, bien cuidado, también se sale en kayak, optimizando las chances al ganar unos metros al río. Es especialmente recomendable esta pesca en tiempos de corvinas rubias y pejerreyes. Y un par de kilómetros más cerca de Berisso encontramos la Playa Municipal, que no está en las mejores condiciones, pero tiene algunas escolleritas en las que podemos pescar a pie seco metiendo mejores lances.
- En cercanías de Berisso y Punta Lara hay múltiples opciones, pero las de río abierto (Carmelita, Boca Cerrada, Reserva Natural, costanera de Punta Lara) han sido jaqueadas por la presencia de redes que cuelan las aguas incluso a pocos metros de clubes de pesca como el Universitario o los muelles municipalizados, una verdadera atrocidad que atenta contra el turismo y que limita la pesca a la franja nocturna donde aparecen paticitos y algunas carpas. En ese contexto, los arroyos y aguas interiores han sido mejor opción para tener éxitos mayúsculos como los de las lisas en el arroyo La Fama, o los sábalos, bagres y boguitas presentes en arroyo Doña Flora o Río Santiago, a solo metros de Prefectura Monte Río Santiago, lugar para tomar como referencia.
- Otra interesante opción es hacer el cruce a isla Paulino, tomando a metros de la Prefectura Monte Río Santiago un catamarán (Juan, Tel.: 0221-155391984) que nos llevará a la base de la escollera del malecón de Berisso. Allí, caminaremos varias cuadras hasta elegir nuestro sitio de pesca en la extensa escollera, tomando en cuenta que del lado interno del canal picarán tremendas carpas, y del lado exterior podemos tentar bagres y patíes, especialmente al caer el sol. El cruce de vuelta se hace llamando al catamarán y concertando hora de encuentro en la base de la escollera, por lo que hay que tener en cuenta que el celular no quede sin carga.
- Acercándonos a Buenos Aires, tendremos en cuenta una bella costanera que se hizo en Hudson, partido de Berazategui, municipio que ha declarado el pasado 5 de noviembre el “Día del Pescador Deportivo” y que pretende fomentar la actividad de ahora en más. Se llega desde Buenos Aires por autopista La Plata, salida peaje Hudson, y luego tomando calle 63 en dirección al río. En dicha costanera, especialmente al caer el sol, donde se corta la presencia de gente en el agua, kayakistas, etc., haciendo buenos casteos se logra una excelente variada de cuero y alguna boguita.
- Por Quilmes (salida km 20 autopista Buenos Aires-La Plata) hay varias opciones. En estos días de arribo de lisas chicas, muchos las pescan de playa, a la derecha del Pejerrey Club de Quilmes, metiéndose con el agua a los tobillos para tentarlas con líneas de cuatro boyitas en las primeras canaletas, usando lombriz como carnada. La contra es que los bañistas y curiosos que se arriman a ver “qué pescó el pescador” alteran las canchas. Desde el Pejerrey Club, donde se puede ir pagando una entrada por jornada, podremos tener mejores chances de pesca tanto en esas mismas canaletas como debajo de los pilotes del muelle, donde suelen darse lisas grandes. En el morro, además, podremos aspirar a carpas, bogas y variada de cuero, haciendo buenos lances. Como en otros casos, en estos tiempos de temperaturas extremas, al caer el sol y en las primeras horas de la noche las chances aumentan con las especies de cuero.
- Pero en Quilmes hay otros dos pesqueros públicos a tener en cuenta. Los kayakistas frecuentan La Pajarera, una zona a unos 500 m al Sur del Pejerrey Club, donde hay una vieja toma de hierro que se mete río adentro y que armó colonias de mejillones asiáticos que las bogas se arriman a comer. Los remeros se atan a estos hierros con sogas elásticas y logran lindas damas del río y algunas carpas soberbias.
- Más al norte, pasando el Náutico de Quilmes y atravesando una barriada humilde, está el Puente Roto, camping abandonado con una suerte de costanera compuesta de escalones que bajan al río. Este sitio es casi exclusivamente visitado por pescadores locales. Se da la variada de cuero y en tiempos de pejerreyes suele tener jornadas gloriosas.
- Entrando en territorio capitalino, más allá de los dos clubes privados en los que hay que asociarse para poder pescar (nos referimos al Club de Pescadores y la Asociación Argentina de Pesca) y la pérdida reciente de El Abanico (único muelle público que fue cerrado para convertirlo en una playa en el marco de la remodelación costera del Gobierno de la Ciudad), las opciones que quedan disponibles para el pescador son la Costanera Norte y el Parque de los Niños. Dentro de Costanera Norte hay un pequeño espacio detrás de Costa Salguero donde podemos tentar algunas carpas. Luego, el tramo entre Pescadores y la rotonda del Monumento a Colón, es prácticamente inutilizado para la pesca porque quedó muy bajo tras la remodelación de la costanera. De yapa, gente que se mete al agua cuando está bajo aleja toda posibilidad de pesca. Por lo que la plazoleta Puerto Argentino (la del citado monumento a Cristóbal Colón) es el primer point a tocar. Aquí se dan bagres amarillos y blancos, boguitas y algún dorado, tirando sobre todo a la derecha del barco hundido. La pesca nocturna era una buena opción pero… se robaron los cables de las luminarias y ahora la plaza quedó a oscuras.
- Luego existe la chance de pescar en la zona de los antiguos carritos de la Costanera, frente al actual parque temático Tierra Santa. Aquí hay dos opciones: tirar lejos (a más de 100 metros) con plomadas de vuelo y recoger rápido para evitar enganches (dado que hay mucho nailon suelto en el agua por los cortes de líneas) o bien tirar corto y con masa, esperando que se tiente alguna carpa. La zona es muy frecuentada los fines de semana.
- Finalmente arribamos al mejor pesquero gratuito capitalino: el Parque de los Niños. Un amplio espacio lindero con Vicente López al que es complicado llegar sin auto o bicicleta (hay que caminar más de 10 cuadras hasta Av. Del Libertador). La vedette del momento es el sábalo, que sale con masa y líneas coreanas, y también se prenden ocasionales carpas. Con líneas de fondo y encarnando con lombriz, siempre se da algún paticito, porteño o amarillo, especialmente entre los mejores casters. Y para los que apuntan al dorado, suele haber sorpresas mayúsculas con hermosos ejemplares que obligan a tener las cañas bien atadas si no queremos que se vayan al río. Las que vienen medio remolonas estas temporadas son las bogas, que han salido a cuentagotas. Este lugar es recomendable para llevar a la familia, pues hay opciones para que los niños se diviertan bicicleteando, jugando a la pelota, remontando un barrilete o disfrutando de los juegos infantiles. Además, hay baños y kioscos para comprar vituallas. Este mes el espacio de pesca se ve un poco reducido por la presencia del Buenos Aires Playa, pero desde marzo se recuperará toda la franja costera para la pesca deportiva.
- Seguimos viaje hacia el norte haciendo escala en la pequeña escollerita del Puerto de Olivos, al lado de Prefectura, que termina en un espacio circular con un árbol que da sombra. Aquí tenemos una linda opción para pescar doradillos en ultraliviano o bien probar con la variada tirando río adentro para tentar bagres, bogas y dorados.
- Más al norte aún, precisamente en calles Paraná y el río, La Lucila, tenemos un amplio playón en plano inclinado en donde se hacen intentos costeros. La presencia de enormes sábalos marca el pulso de la pesca por estos días (salen con línea coreana y masas dulces), pero en la zona saben aparecer dorados para el asombro, algunas lindas carpas, bagres amarillos soberbios y hasta ocasionales cachorros de surubíes. Hay que procurarse posacañas, algunas líneas de repuesto para reponer ante enganches, llevarse alguna sombrilla y buena provisión de líquidos.
- Entrando por calle Pacheco al río, los kayakistas tienen antes del muelle de Martínez su espacio dilecto para juntadas, así como facilidades para bajar sus embarcaciones y hacer lindas pescas de bogas a pocos metros de la costa, aprovechando las toscas donde la especie se alimenta.
- A pocos metros de Pacheco y el río, llegamos al Muelle de Martínez, un lindo balcón al río de acceso público, en donde podemos tirar lejos buscando bogas o bagres o bien, como en nuestro caso, disfrutar también de las bondades de la pesca ultraliviana de doradillos, dientudos y hasta mojarras atrevidas que se tiraron con ganas a cucharitas número 0 y 1. De yapa, en la convencional con masa y línea coreana, metimos sábalos enormes.
- Un poco más al Morte del Muelle de Martínez tenemos otro balcón al río en Alvear al fondo, sitio parquizado donde podemos pescar tirando desde una altura considerable que nos permite ganar metros. Bagres amarillos y patíes, al caer el sol, son la oferta permanente a la que se suman rayas, ocasionales boguitas y doradillos. Cabe destacar que entre el juncal de aguas abajo de Paraná y el río, y este pesquero de Alvear y el río, varios aficionados a la pesca con mosca de dorados la practican al vadeo que suele darles tremendos ejemplares. Es clave para ello estudiar la tabla de mareas para ir con aguas bien bajas que nos permitan ver las piedras y accidentes del fondo, para saber cómo trabajar los tiros. La contra de esto es que cada vez es más frecuente la búsqueda de rayas en la zona, por lo que nos arriesgamos a un encuentro con esta peligrosa especie. Pero claro, tener un lingote de oro de hasta 5 kilos, obtenido en fly y a minutos de CABA, sencillamente es una tentación a la que pocos mosqueros de ley se pueden resistir.
- En San Fernando, el espacio de pesca costero por excelencia es Cohelo, costanera a la que se accede por calle Del Arca y en la que se permite la pesca de 8 a 23. Ya no se exige permiso ni demostrar residencia local como se hacía en la pandemia, por lo que vuelve a ser un espacio lindo para conocer, parquizado y agradable. Si bien hay muchos enganches, suele dar lindas bogas, bagres y carpas, y hasta se ha logrado algún buen surubí.
- Ya llegando a Tigre, sitio por demás transitado por embarcaciones, imperturbables carpas suelen premiar a los pescadores que visitan la zona conocida como El Reloj, que se hiciera muy famosa por ser el lugar en el mundo de Kevin Ponce, un niño con distonía muscular que en los videos que subía su familia a redes sociales conmovía por su alegría al lograr omnívoros y hasta cachorritos de surubí en dicho lugar. El ámbito es ideal para incluir un par de horitas de pesca dentro de un paseo más amplio por esta bella ciudad.
- En Campana hay un pequeño muelle en el Paseo Costanero de la ciudad, de acceso público y gratuito. El muelle tiene posacañas y con algo de suerte salen bogas, de hasta 2,5 kg, algo de carpa y variada de cuero.
- Y para quienes puedan llegarse hasta Zárate, la costanera local brindará múltiples opciones de ámbitos y especies. Los sábalos suelen estar presentes en la zona de La Arenera (justo la mitad de la costanera), mientras que las bogas y carpas –las especies más buscadas del verano– se dan desde abajo del puente de Zárate-Brazo Largo hasta unos 200 metros aguas arriba. Como van variando los lugares donde comen estas especies, consultar a pescadores locales siempre es bienvenido.
Como se puede ver, opciones no faltan para escapadas cercanas, caña en mano. Es cuestión de ir investigando para luego incorporar a nuestra agenda aquellas alternativas que más nos agraden. Lo bueno es saber que, para despejar la mente y disfrutar de un rato de buena pesca recreativa, hace falta más ganas de pasarla bien que dinero en el bolsillo.